
¡Y vaya si había nueva orden! Pues si había anuncio para detallar el cierre -con su motivo y fechas bien señaladas-, de igual modo se publicaba otro más tarde que daba cuenta de la apertura. En letras góticas de imprenta y haciendo un meritorio esfuerzo por reproducir algunas frases en castellano antiguo, decía así:
“Los amos de este su Mesón del Cid de Burgos,
Hacen saber a los honrados vecinos de la Ciudad, buen pueblo, ricos homes, infanzones e fidalgos de todas las ciudades e villas
Que terminada nuestra holganza están ya abiertas las puertas, e puestas sus mesas e sus manteles a la pública necesidad del buen yantar.
Desde el viernes día 29 de febrero de este año de democracia, e otras cosas más malas e poco buenas.
Siempre terminaba firmado por Mª Luisa y Pepín López Alzaga. Sin duda, anuncios que son la expresión de otra época, pero también el reflejo del respeto que un negocio como el nuestro le debía a su clientela. Un ‘cerrado por vacaciones’ que, en este caso, aprovechaba la temporada baja para dar descanso a los trabajadores y a los propios dueños del negocio, pero que regresaba al final del mes de febrero, puntual con su clientela local y con los turistas que estuvieran en Burgos de visita.
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